Nosotros dos en este pequeño cuarto.
No odio el silencio de este.
Porque hubo veces en las que también lo disfrutaba.
Pero algunas veces el aliento se detenía.
Como si te hubieras ido a algún otro lugar.
- ¿Escuchaste eso?
- ¿Qué?
- El sonido de mi juicio siendo llevado por el viento.
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